26.10.05

De libros (Jonathan Strange & Mr Norrell)


Pues sí, al final (digresiones laborales como la de ayer aparte) la cosa va de libros. Un breve repaso a anteriores entradas me demuestra que hace ya tiempo que no hablo de ellos, y les toca.
Además, últimamente he tenido que coger varios aviones y no hay nada mejor que una buena novela para acompañarte en medio de las nubes. De hecho, creo que también a ellas les gusta volar, porque si no no me explico la frecuencia con que se me quedan libros olvidados en las butacas de los aviones (el último, Brooklyn Follies, de Paul Auster... y es una pena, porque sólo llevaba cien páginas leídas... en fin, que divago).

A lo que íbamos, Jonathan Strange&Mr Norrell es el primer libro de Suzanne Clark, y vaya debut. Saliendo prácticamente de la nada, esta autora se hace rápidamente un nombre en el panorama anglosajón de literatura fantástica y consigue ser candidata al premio del Libro del Año del diario The Guardian y (bastante más importante) ganar el Hugo. Con semejantes antecedentes os podéis imaginar las ganas que tenía de leer el libro y, una vez acabado el tocho... pues qué queréis que os diga.

La historia se centra en la Inglaterra de principios del siglo XIX, en plenas guerras napoleónicas y en un país en el que la magia prácticamente se respiraba en el ambiente hasta el siglo XVI más o menos. De repente, de la manera más inesperada, el país descubre la existencia del último mago, un personaje carente de habilidades sociales, reclusivo y bastante peculiar que responde al nombre de Mr. Norrell y cuyo objetivo es la restauración de la magia en la pérfida Albión, pero a su imagen y semejanza, dictando él lo que se puede hacer y lo que no. A Norrell le sale un discípulo llamado Jonathan Strange, un tipo atractivo y un tanto contestatario que decide explorar nuevas vías para la magia.

Aparte de esta relación de amor odio entre el discípulo y el maestro, el libro nos cuenta la historia de varios secundarios más (la mujer de Strange, el Duque de Wellington, varios magos y adivinos, Lord y Lady Pole, Stephen Black...) que sirven para darle cuerpo al relato y que sirven, de hecho, de excusa para buena parte de lo que se está contando. Clarke se dedica en un principio a hacer una descripción bastante exhaustiva de este mundo paralelo al nuestro, y tanto lo describe que llega a hacerse a veces hasta cargante. Sí, está muy bien porque utiliza elementos de nuestra historia y a partir de ellos se inventa toda la historia de la magia en Inglaterra, pero llega a resultar cargante.

Luego la acción va avanzando poco a poco y llegamos a la parte que más me gustó del libro, la que se centra en la actividad de los magos durante la campaña napoleónica en la Península y cómo ayudan Strange y Norrell a derrotar a los franceses, y después, como queriendo dar otra vuelta de tuerca, se pasa otras seiscientas páginas más remoloneando hasta llegar al desenlace final. No sé si el libro tendrá continuidad (pudiera ser el primero de una serie), pero de ser así espero que la autora considere suficientemente presentado el mundo en el que se desarrolla la acción y se centre más, precisamente, en esta última.

No me malentendáis, no es que no me haya gustado. El libro está bien escrito, tiene, a ratos, pasajes memorables, pero también otros soporíferos. La ambientación está muy lograda, pero sigue cánones de la novela decimonónica anglosajona y a ratos resulta cargante... vamos, que es muy difícil crear un híbrido entre Charlotte Brönte o Jane Austen y Tolkien o Ursula K. LeGuin y que te salga bien.

Dice Neil Gaiman que éste es sin lugar a dudas el mejor libro que ha dado la literatura de fantasía en las islas británicas en los últimos setenta años. Pues vale, pero me pregunto yo si no será hora ya de que a este hombre le den de una vez un ejemplar de, por ejemplo, El Señor de los Anillos...

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