El próximo 31 de marzo se cumplirán, al parecer, 100 años desde que el Centre Belge de la Bande Desinee (el Museo del Cómic de Bruselas, vamos) abriera sus puertas al público por vez primera. Cien años. Se dice rápido, pero algunos días por la mañana hasta dudo de si llegaré yo a cumplirlos y todo...
En fin, el caso es que por mucho que me meta con los belgas en ocasiones (y lo hago con frecuencia, aunque últimamente esté más moderado) en este caso no puedo sino quitarme el sombrero ante ellos. O, como dicen por aquí, chapeau.
De momento no tengo demasiados detalles sobre la programación y actos con que nos deleitarán esos días, pero sí sé que habrá actividades en la Rue des Sables (el Museo se encuentra en el número 22 de la misma) y en toda la ciudad. Pasacalles, exposiciones y conciertos son algo casi seguro. Y me imagino que habrá también concursos de todo tipo y una gran cobertura mediática. Toda una fiesta, vamos.
Y lo que más me atrae de la misma no es el hecho de que se cumplan cien años sino que, como dicen los organizadores, esa celebración sirve como excusa para tratar de acercar aún más la historieta al gran público. Sé que me repito, pero chapeau, señores, chapeau.
P.S. Por si no podéis venir, aquí tenéis una página que incluye fotos y una visita virtual al Centro. Eso sí, está en francés.
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