Superman Vuelve

Pues ya está vista la película de superhéroes del verano, y no está mal. Bueno, por lo menos a mí me entretuvo, aunque no creo que vaya a ser de las que dejan a la gente indiferente, probablemente o la odies o te encante, pero no creo que vaya a haber término medio. Y eso a pesar de Bryan Singer... El caso es que ayer entré en la sala de cine sin muchas esperanzas, la verdad, pero, para mi sorpresa, emepezó a sonar la fanfarria de la primera película y me empecé a emocionar como un niño. Hacía años que no escuchaba la banda sonora original de Superman, y creo que en la vida había tenido la oportunidad de oírla en una sala de cine... y merece la pena. Primer punto para Singer, los títulos de crédito recuerdan a los de la peli original, la música se ajusta a las imágenes como anillo al dedo y la fotografía es espectacular.

Empieza la historia. Superman vuelve, Luthor se hace rico casándose con viudas moribundas (¿y ese es el mayor criminal de la historia?), Lois anda por ahí con churumbel y prometido a vueltas. Jimmy Olsen sale poco, pero no se hace repugnante, Perry White sale aún menos, pero tiene diálogos geniales. Hay algo de Kriptonita por el medio, y unas cuantas idas de olla muy, muy gordas. De hecho se atreven a hacer algo que yo no recuerdo haber visto nunca en los cómics y que no sé si le hará mucha gracia a Kevin Smith...

El tono es casi vodevilesco en ocasiones. La trama es digna de un serial de los años cuarenta, pero algo actualizada y contada con muy buen gusto. Y Superman se sale. Nunca he sido gran seguidor del Hombre de Acero, pero tengo que reconocer que en esta película disfruté mucho cada una de las secuencias en las que sale. Usa casi todo el catálogo de poderes, desde la visión térmica hasta el superaliento. Se mueve más rápido que una bala. Se esfuerza al máximo para salvar a la humanidad... en fin, hace todo lo que se espera que haga Superman, incluido enfrentarse a planes bastante estúpidos.

Pero también interactúa mucho más con los otros personajes. Aparece vulnerable en más de una y de dos ocasiones, larga alguna que otra pulla. Siente celos. Orgullo. Lois es una réplica perfecta, y los demás secundarios están muy bien en sus papeles (incluso el petardo de James Mardsen).

Bryan Singer dijo en un par de ocasiones que quería recuperar el estilo de los seriales de los años cuarenta, y desde luego que lo consigue. La estética, el ritmo, las escenas... beben de esas fuentes, de las novelas pulp, de los primeros tebeos de superhéroes. Hay bromas y referencias para frikis, homenajes (a la portada del primer Action Comics, o a alguna secuencia de la primera peli, por ejemplo), buenas actuaciones, buenas secuencias de acción y un reparto más que correcto. Lástima que el guión no sea algo más sólido porque les podía haber quedado una película redonda.

Y hay sorpresón. O ida de pelota, depende de cada uno. A mí no me molestó especialmente, pero es un giro argumental bastante arriesgado. En fin, que, como os decía, no creo que deje a nadie indiferente. Que os guste o no (a mí sí me gustó, la verdad) ya es harina de otro costal...