17.1.06

Mis whiskies favoritos (1): Lagavulin

Estas Navidades, la tarde del 5 de enero concretamente, me encontré con un amigo que, igual que yo, estaba aprovechando hasta el último minuto para comprar los regalos de esa noche. Tras un par de minutos de charla de cortesía, me preguntó si se me ocurría algún buen whisky que recomendarle que le ayudase a borrar a su cuñado de la lista de regalos pendientes.

Al cabo de un par de días vi en su blog (aquí a la derecha lo tenéis, es Bboing, la bitácora de Carlos G. y Edu M.) que el regalo había sido un éxito y que el Balvenie de 12 años (ojo, no confundir con el de 10) había triunfado. Y eso me dio la idea de que tantos años catando whiskies tenían que servir para algo. En fin, y por aquello de no enrollarme más, que hoy os presento el que posiblemente sea mi whisky favorito en estos momentos (y digo en estos momentos porque nunca he creído en los gustos fijos e inamovibles... el paladar, como todo, también evoluciona): el Lagavulin de 16 años.

Antes de continuar, que quede claro que soy defensor del single malt whisky, o sea, que nada de mezclas de distintos tipos de malta para la destilación de la bebida, así que nada de 'blended' o 'bourbon' por aquí. Por lo menos no en cuanto a sabor se refiere, que de copas por la noche ya es harina de otro costal.

En fin, a lo que íbamos. El whisky se obtiene a partir de ese gran cereal que es la cebada. La primera fase consiste en filtrar agua de un manantial o de montaña a través de una capa de turba, luego se empapa la cebada, se deja que empiece a germinar, se tuesta el grano (utilizando de nuevo turba, hulla o antracita, aunque la utilización de estos dos tipos de carbón es mucho menos frecuente), se separa la cáscara, se muele la cebada, se deja fermentar dos días y luego se rebaja con un poco de agua, se introduce en barricas de roble, se espera un mínimo de tres años (lo ideal es que sean por lo menos diez o doce, y se considera que el punto álgido de maduración se logra a partir de los quince o dieciseis, según el tipo de whisky) y ya está listo para su consumo.

Toda la explicación del párrafo anterior no es más que una versión reducida de todo el proceso, y los distintos aromas y sabores de los diferentes whiskies varían según el tipo de cebada utilizada, el tipo de agua, el tipo de carbón y el tipo de barrica. Vamos, que casi no hay variables que influyan en el resultado final.

El Lagavulin se destila en la isla de Islay, en la costa escocesa, y tiene como vecinos a otros dos grandes caldos; el Bowmore y el Laphroaig, con el que comparte (aunque en el caso del Laphroaig es más suave) el regusto a humo. Es una de las destilerías más antiguas de Escocia, situada al lado de las ruinas del castillo de Dunyveg, y una de las más prestigiosas. Y el Lagavulin de 16 años es el whisky ideal para tomar rebajado con un poco (muy poquito) de agua, acompañado por un pitillo. Deja en la boca un sabor a humo y turba muy característico, duradero y suave al mismo tiempo, con un toque un poco amargo (pero sin llegar a ser desagrable) que lo hace ideal para esa copa de después de una buena comida. Al principio su sabor se impone a cualquier otra cosa, pero luego va desapareciendo poco a poco de la boca, sin molestar, impregnándolo todo de un suave regusto a humo, a madera vieja, a destilería tradicional... a buen whisky, en definitiva.

6 comentarios:

Carlos G. dijo...

Realmente todavía no sé si el regalo ha sido un éxito :). La cosa es que para recuperarme del agotador día de compras el que se tomó el whisky fue un servidor. Oye, y mano de santo. Rejuvenecí al menos 10 años, aunque sólo fuera por unas horas :)

rafa dijo...

Yo tambien soy más aficionado al malta, pero el otro dia tuve una grata sorpresa. Me regalaron una botella de JB de 15 años y es una maravilla. Nada que ver con el JB tradiconal, afortunadamente.
Un malta que me gustó mucho en su dia fue Tamnavulin, que no sé si tendrá algo que ver con el Legavulin.
Un saludo.

Diego dijo...

Carlos, desde el momento en que a ti te gustó, el regalo fue un éxito. Por lo menos para mis estándares... y si te hizo rejuvenecer 10 años... vaya, hizo que tuvieses mi edad ;) (bueno, no exactamente, pero ya nos entendemos)

Rafa
Bienvenido (y enhorabuena por la iniciativa de los santuarios frikis, me comprometo a hacerte llegar en algún momento fotos del mío). Efectivamente, el JB de 15 años no está mal (sobre todo para ser un blended... y que conste que soy consumidor habitual de JB cuando salgo por la noche). EL Tamnavulin no recuerdo haberlo probado, pero me lo apunto en la lista de cosas por hacer :)

chuslebra dijo...
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chuslebra dijo...

Que cara tienes, hablando de whiskies raros. ¡Pero si tu bebes lo que te echen!
Eres un borrachín, que tanto se bebe DYC como matarratas.
Y como prueba de que no saboreas nunca tus bebidas, está el record que tienes de beber una cerveza más rápido que nadie.

Diego dijo...

Chuslebra

Una cosa no quita la otra. Y te aseguro que el Lagavulin no me lo bebo a la misma velocidad que el DYC o la birra. En cuanto al resto, qué puedo decir... tienes toda la razón del mundo. Soy un borrachín. Pero te repito la respuesta que ya te di a otro comentario 'it takes one to know one' (o sea, que para reconocer a alguien como borrachín también hay que serlo :)