14.1.06

El tercer y último piso (expo Little Nemo)

Continua la ascensión y se llega, por fin, al tercer piso, el que alberga los originales. Lo cierto es que esperaba una exposición más amplia, pero he de reconocer que las seis o siete planchas originales de McCay están muy bien repartidas, flanqueadas por pequeños soldaditos de plomo o caballos balancín que parecen haberse caído de las viñetas que adornan las paredes. A toda prisa, sin flash y lo más sigilosamente que puedo saco unas cuantas fotos más (está prohibido hacer fotos en la casa). Sentimientos de culpa y de transgresora alegría se mezclan, y me llevo conmigo imágenes del homenaje de David B. y, por fin, de uno de los dibujos originales del maestro McCay


Luego estoy a punto de irme pero, tras pasar por la sala de los mapas, veo unas escaleras que llevan hacia el trastero. Parece la buhardilla en la que viviría un inventor loco, me digo, y subo para ver qué sorpresa me depara el último piso.

Efectivamente, descubro para mi sopresa (y además de algunos extraños montajes que provocan curiosos efectos ópticos) que el Sr. Autrique albergaba a un inventor loco, de nombre Axel Wappendorf, en el último piso de su casa. Y en cierta forma ahí sigue, inventando, aunque transformado, eso sí, en un maniquí (claro que cualquiera lo diría... es un maniquí articulado, medio escondido en un rincón y capaz de dar un buen susto al visitante desprevenido... o sea, al menda)

Y, para acabar, vuelta al principio. Esta es la fachada de la Maison Autrique, quizás no todo lo espectacular que esperaríais, pero basta con franquear la puerta y ver, a derecha e izquierda, las ilustraciones originales de Peeters que cuelgan de las paredes para comprender que estamos a punto de entrar en un lugar muy, muy especial. Un lugar que alberga sueños.

1 comentario:

Jorge Iván Argiz dijo...

Y sí. No sé porqué pero me imaginaba un exterior menos moderno y mucho más pequeño. En cualquier caso lo divertido está dentro ¿no?