Ejem. Sentaos, poneos cómodos y, si estáis bebiendo o comiendo algo, dejadlo, anda, no vaya a ser que os atragantéis. Por lo menos eso es lo que me pasó a mí (que me atraganté) al leer la siguiente noticia. Por si acaso no se os da demasiado bien el idioma de Shakespeare, aquí va una versión reducida. Raymond Adamcik, médico australiano de 54 tacos, está de fiesta con unos colegas. Hasta aquí todo normal. Pero si os cuento que la gran mayoría de ellos iban disfrazados de superhéroes, las cosas ya van saliéndose un poco de la normalidad. Y si añado lo que hizo el bueno de Adamcik, ya si que se desfasan bastante.
Resulta que el bueno del doctor tuvo a bien meterse un burrito (de los de comer, ojo) en los calzoncillos, y se dedicaba a abordar a toda cuanta fémina se le ponía a tiro y preguntarles si querian probar su burrito. Igualito, igualito que Steve Rogers, vamos. Si le decían que no, parece que se ponía al lado de ellas y trataba de propasarse, de frotar el burrito contra la... fajita de ellas.
En estas alguien llama a la policía y ésta, al llegar, no tiene mejor idea que sacar a la calle al sospechoso. Bueno, a los sospechosos, porque lo único que sabían es que iba disfrazado del Capi. Imaginaos la escena. La poli australiana poniendo en fila ante un muro a toda una colección de Capitanes América, iluminándolos con los faros de los coches patrulla, mientras trataban de localizar al sospechoso... al que por fin identificaron porque llevaba un burrito escondido en una de las botas...
Le llevan a la comisaría y al genio del doctor no se le ocurre nada mejor que tratar de tirar al water un porro que llevaba encima (y digo yo... si estaba fumado ¿por qué no se le ocurrió comerse el burrito para matar el hambre química, en lugar de guardarlo en sus partes?). El agente que le acompañaba vio toda la escena, metió valientemente la mano en la taza para salvar el porro, y el buen doctor vio como añadían posesión de drogas e intento de destrucción de pruebas a los cargos que ya acumulaban contra él. Fantástico.
El final de toda esta historia, de momento, es que el bueno de Adamcik tuvo que pagar 2.000$ australianos de fianza y acaba de entrar en un programa de desintoxicación. Ay, si el bueno del Capi de verdad levantara la cabeza...
26.4.07
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8 comentarios:
"¿Quieres probar mi burrito, Sharon?" Buahahahahaha....
Ay, pero qué bien me he quedado.
Por cierto, Diego, no hay forma de que yo entre aquí, vea un disfraz y no piense aquello de: "Hummmmmm". XDDDDD
Y no sólo eso. Está clara la fijación de Diego con los porros. :D
"¿Quieres probar mi burrito, Sharon?"
Muy buena.
Chris Peterson para presidente!!!!
ACTUALIZA!!!!
Ted
Miedo me das. Qué ganas de verme disfrazado...
Jorge
¿Qué? Perdona, creo que me decías algo, pero ando un poco... despistado... flotando... mira el humo... ehh...
Zeke
Qué puedo decir más que :)
Jorge
Oído cocina...
En el periódico EL MUNDO piden que se investigue la conexión entre el Capitán América australiano que fuma porros y el camello de Sant Roc del post de abajo.
Aportan como indicio de la conexión la presencia consecutiva de ambos posts en el blog de Diego (personaje de numerosas conexiones internacionales harto sospechosas, también) y la presencia en ambas tramas de costo y de burros.
El partido de la oposicion ha pedido también que se investigue estos indicios de trama internacional de narcotráfico para lo que ha pedido un análisis genético del costo a los peritos.
Editor Breve
Mientras Jiménez Losantos no me dedique uno de sus editoriales radiofónicos no habrá pruebas de mis fechorías, eso está claro. Y la oposición no me preocupa demasiado. Como se pongan tontos les digo que no son más que unos hilillos de costo y ya está.
Ahora, con lo de "personaje de numerosas conexiones internacionales hartos sospechosas también" tengo que reconocer que me acabo de echar unas buenas risas. Un saludo
Lo de los hilillos de costo también me ha hecho gracia. Es como lo del ministro de ucedé que decía que lo de la nuemonía tóxica era un bichillo mu pequeño. Tan pequeño que si se caía de la mesa al suelo, se mataba.
Otro saludo.
V.
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