20.6.06

Va de series (2): El Ala Oeste de la Casa Blanca

Ya, ya sé que no es la primera vez que hablo de esta serie. Y, a pesar de que ya he acabado de ver la séptima (y, lamentablemente, última) temporada, posiblemente volváis a leer algo al respecto por aquí. Pero es que se trata de una de las mejores series de televisión que yo he visto nunca.

Que conste que me costó mucho, pero mucho, mucho, acercarme a la serie. No me interesaba nada. Creía que sería un vehículo de propaganda yanki vacío y sin sentido. No podía estar más equivocado. Vale, se centra en los avatares de la vida de un presidente ficticio de los USA que responde al nombre de Jed Bartlet y al que interpreta un actor de origen gallego: Martin Sheen... pero es mucho más que eso. Es un análisis acerca de qué es la actividad política y qué debería de ser. Es una recolección de decisiones y encrucijadas morales, un espacio que suscita el debate o la reflexión (o eso pretende)... y un entretenimiento cojonudo, qué narices, con sus toques de culebrón, de comedia...



Durante siete temporadas vemos evolucionar a toda una serie de personajes (por cierto, sorprendente también que se haya mantenido buena parte del reparto casi sin cambios, con pocas bajas -aunque alguna de ellas bastante inesperada, la verdad-) y profundizamos de una manera bastante amena en los entresijos teóricos del sistema norteamericano (no tan diferentes en el fondo, por otra parte, de los de cualquier estado de la UE, por poner un ejemplo... aunque sí algo más en la forma). Iniciativas parlamentarias, minorías de bloqueo, negociaciones para captación de votos, escándalos políticos, crisis internacionales... todo tiene cabida, y todo se estructura a la perfección para que el interés no decaiga.

Al menos durante las primeras temporadas y hasta que abandona la serie su creador: Aaron Sorkin. Después de la marcha de Sorkin la serie pierde el rumbo (sobre todo en la tercera y cuarta temporadas) y tarda en remontar el vuelo. Pero lo remonta, y consigue, aún en los momentos más bajos, mantener nuestro interés.

Es un tratado de emociones y reacciones, un abanico de personajes casi monotemáticos y obsesionados que dudan durante toda la serie entre acatar las reglas del juego y realizar concesiones y perseguir sus objetivos e ideales. No hay caballeros de blanca armadura y los pocos que hay que se acerquen a esa idea acaban sin armadura y bastante manchados. Y a pesar de todo sientes casi hasta respeto por ellos. Son el modelo real de lo que debería de ser un buen político. Son casi personas de carne y hueso, con motivaciones reales (vaaaale, y diálogos un poco prefabricados en ocasiones, con un despiporre verbal que puede echar para atrás a algunos espectadores... pero sólo a unos pocos; que conste). Lo triste es compararlo con la realidad y... en fin.

La última temporada mantiene el interés de la sexta (en la que los productores, con bastante buen tino, amplían el álbito de acción de la serie) y cierra los interrogantes o cabos sueltos que pudieran quedar colgados. Quizás un poco hasta demasiado y todo. Rara vez se producen situaciones así en la vida, en las que todo (o casi) quede atado y bien atado, en que quienes se quieren despedir tengan tiempo para hacerlo, en que llegues a esa sensación de que se acaba todo... pero, qué demonios, la serie se lo merece. Disfrutadla

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Y además...

¡¡¡ está ella !!!

Esa jefa de prensa...
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Anónimo dijo...

He visto únicamente las dos primeras temporadas por TV y encuanto pueda me las pillo en DVD y me las veo todas de un tirón. La calidad de las series de Tv actuales es excepcional (lástima que no sigan con los packs de Babylon, habrá que pillárselos fuera).

Diego dijo...

Don Jesús

Ella se merece una entrada aparte. Y no descarto dedicársela, la verdad...

Vicente

Las tres primeras temporadas (y parte de la cuarta) son de lo mejorcito de la serie. Ya tardas en hacerte con ellas

Anónimo dijo...

Aprovechando que has visto el final:¿Cómo han "arreglado" lo de John Spencer?

Y debo decir que yo he visto la 4 primeras temporadas y se supera cada día, aunque para mi la mejor es la 2a. HAsta ahora.

Anónimo dijo...

>>>Y no descarto dedicársela>>> (Diego)

No esperaba menos de usted.

O somos o no somos.

Que sí somos, ay
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Diego dijo...

Anónimo

Hmmm. A ver cómo te respondo sin desvelar nada a quien no sepa de qué estamos hablando... diría que lo resuelven igual que en la realidad. Le pasa lo mismo a Leo McGarry que a John Spencer...

Don Jesús

Sí, sí somos. Y le dedicaré la entrada. Lo que ya no sé es cuándo...