19.6.06

El Saló del Cómic 5 (y final)

Domingo. Por fin llegaba el domingo. Y yo que llegué a pensar que no existía ese día. Jorge y Ángel se habían vuelto a Asturias a primera hora de la mañana. Jaume estaba volando hacia Palma a eso de las once, cuando me desperté, así que sólo quedaba Vicente por ahí para ir a comer. Eso después de pasar por el recinto del Saló, claro está.

En fin, el caso es que no sólo de viñetas vive el ser humano (o eso dicen) así que decidimos ir a comer relativamente temprano, ver la carrera de Fórmula 1 y por lo menos el principio de la final de Roland Garros (en mi caso, claro, porque a las cuatro y media me tocaba traducir a Sienkiewicz). Vamos, que yo me iría a currar y Vicente se quedaría de okupa en mi habitación del hotel viendo la tele y con el encargo de enviarme sms con el resultado del tenis.

Ese, como digo, era el plan. Lástima que no saliese como lo teníamos previsto. A ninguno de los dos se nos ocurrió comprobar el horario de la carrera y para cuando quisimos ir a verla Alonso ya había ganado. Yupi, viva nuestra planificación.

El caso es que el resto sí salió como lo habíamos previsto, y Vicente me fue teniendo al tanto de las evoluciones de Nadal mientras Sienkiewicz se embarcaba en un 'sólo de batería' (por el rato que se pasó charlando) en la mesa redonde sobre Música y Cómics en la que también participaron Jaume Sisa, Tha (cuyo dominio de la acuarela elogió profusamente Sienkiewicz), Gani Jakupi y Joan Navarro como moderador.

Después de eso, poco más. Paseos por el recinto, un par de compras atrasadas, charlas ligeras y de vuelta al hotel con la intención de irme pronto a dormir. Iluso de mí. Cuando bajé al hall y me dirigía al restaurante me encontré con la gente de Astiberri (Fernando, Raquel, Begoña, Javi y el hermano de Raquel cuyo nombre no consigo recordar por más que lo intento... sorry... pero muy bonito el smoking) y, tras unos minutos de charla surrealista, decidimos irnos a cenar juntos. Ay, la charla del hall no había sido más que un preludio de lo que nos esperaba, una cena/desbarre de dimensiones considerables y en la que la cerveza bajaba como agua. Hacía tiempo, de verdad, que no participaba en una conversación tan sumamente surrealista. Por supuesto, tras la cena los postres y, sobre todo, los licores. Si es que los Salones del Cómic no son buenos para la salud...

En fin, por aquello de que esto no sea sólo texto, os dejo con una fotillo con Roberto Totaro, el autor de Nirvana...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Surrealista????
Cómo que surrealista?
Una conversación profunda sobre el ser y la nada (bueno, al menos sobre la nada)....

Ya ves, Diego,, al fin visitamos el Blog.

Fer

PD: Y para surrealista Rodney

chuslebra dijo...

¿Has visto la crónica de la web de tu subconsciente malvado?
Desde luego es más breve y cómica.
Pero tampoco dicen nada de las meadas y demas coñas que te hicieron, jejeje.

Diego dijo...

Fer

Bienvenido. Y estoy de acuerdo con tu PD

Chuslebra

Pozí. Y a lo mejor es que ni mi 'subconsciente' quiere recordar según qué anécdotas...

chuslebra dijo...

Pues yo conozco a alguien que debe de ser más malvado (o al menos más travieso) que tu subconsciente malvado porque no ha tenido problemas en recordarlo para contarmelo, jejeje.