Y, cómo no, que mejor forma de empezar que por el principio. El museo en el que tiene lugar la exposición está situado en pleno centro del Parque del Cincuentenario, a dos pasos de las instituciones de la UE, y recibe al visitante tal que así, con tres pósters de buen tamaño y un bonito puesto callejero de venta de gofres (inventados por los belgas, según dicen).

Al entrar hay que atravesar una sala enorme (la de la foto) llena de coches de todas las épocas. Merece la pena tomárselo con calma y echar una ojeada, que os llevaréis más de una sorpresa

Se suben luego unas escaleras (a la izquierda en la foto superior) y se entra de lleno en la exposición. Recibe al visitante una serie de carteles en inglés, francés y neerlandés, en los que se hace un exhaustivo repaso a la carrera y personalidad de Franquin, y en ese mismo rellano vemos ya cómo cobra cuerpo una de las creaciones salidas de la imaginación de Franquin: el instrumento favorito de Tomás ElGafe

Claro que eso no es más que un aperitivo. Las primeras salas imitan la ambientación de la oficina de ElGafe. Tenemos originales sillones (quiero uno así para mi casa)

Modelos a escala de la oficina

Y su traducción a tamaño real.

Mañana, más
4 comentarios:
¿Ese sofá viene con la chica incluida?
Genial lo de explicar la expo ...
por casualidad no tienes que pasar por Paris a la expo de Herge ?
me temo que no :)
la chica
Jorge
A la chica ni caso, que estos días (mediados de febrero) anda delirando
David Escrig
Hmmm... pues a ver si todavía estoy a tiempo y me acerco. Me alegro de que te guste la crónica de la expo
A la chica
Buah. Aburrida
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