El Escorpión 7

Vuelve el Escorpión de Desberg y Marini como cada año por estas fechas, y vuelve con novedades. En el álbum anterior se cierra el primer arco argumental de la colección, y en éste se abre todo un nuevo abanico de posibilidades y evolución para los personajes.
Las palabras de Rochnan, el líder de los monjes guerreros al servicio del Papá Trebaldi, dan mucho que pensar al Escorpión, y le ofrecen cierta esperanza en una situación un tanto comprometida.

Con el trío protagonista bien definido (aunque el húsar parece haber perdido varios kilos y cada vez recuerda menos a Gerard Depardieu) y el mundo en su contra, el lector se encuentra en una Roma que ha caído casi totalmente en las garras del Papa. Recorremos las calles de la ciudad eterna con los personajes y nos vamos haciendo una idea de lo que, supongo, será el tono de este ciclo argumental. Las historias son cada vez más oscuras, igual que la ambientación. Se pierde un poco el tono de aventura ligera y entran en juego nuevas motivaciones. Pasamos, básicamente, de Los Tres Mosqueteros al Conde de Montecristo.

Se confirman por fin las sospechas con respecto a la identidad del padre del Escorpión, se explicita lo que la mayoría de los lectores se venía oliendo casi desde el primer tomo, se profundiza un poco más en la figura de la madre del Escorpión y se sientan las bases para este ciclo. Bueno, mejor dicho se desarrollan más, que ya estaban presentes casi como un hilo argumental más o menos secundario en los seis primeros tomos. Vamos, que te quedas con ganas de que te sigan contando la historia. Marini sigue soberbio al dibujo, el color mejora y se adapta a la atmósfera más depresiva que rodea la historia y Desberg empieza a hacer crecer algunas ideas que ya estaban flotando por ahí. De lo más recomendable