Leo en el Wall Street Journal (sí, sí, el de Carrascal) una historia que me parece muy interesante por las implicaciones que tiene. Y no hablo sólo del caso del coleccionismo de arte moderno sino del coleccionismo en general.
El caso es que en el artículo se recoge la historia de José Mugrabi, un empresario textil colombiano que hace ya unos cuantos años decidió empezar a invertir en arte moderno. Concretamente, en la obra de Andy Warhol. Y que gracias a su tesón se ha hecho con unas 800 de las cerca de 8.000 obras del autor norteamericano (me cuesta llamarle artista, lo reconozco... igual es que soy un antiguo, pero me parece que la mayor aportación de Warhol al mundo ha sido su frase sobre los 15 minutos de fama... y ya estoy divagando).
¿Resultado? Se ha convertido en una autoridad mundial en el sector. Las grandes casas de subastas le consultan antes de sacar una nueva pieza al mercado. Vamos, que ha llegado a acumular tal cantidad de obras que incluso puede ejercer influencia en el precio de lo que compra. Es un factor a tener en cuenta a la hora de hacerse con un Warhol. ¿Es eso ético?¿Influye realmente en la calidad de la obra?¿Debería de ser ese criterio, la calidad, el que marcase el precio? Pues no lo sé, la verdad. Lo que está claro es que esa práctica entra de lleno en la dimensión comercial del mercado del arte, hace que aumenten los precios y plantea el interrogante de qué ocurriría si el bueno de Mugrabi decidiera vender un día toda su colección de golpe. Más de uno se quedaría con cara de tonto.
¿Cuándo se convierte una afición en un negocio?¿Gente como Mugrabi o RomitaMan (un coleccionista de originales de cómic que empezó a comprar páginas del Spider-Man de John Romita padre cuando nadie se interesaba por ellas) son aficionados o especuladores? Que cada uno extraiga sus conclusiones.
Yo os dejo con un ejemplo de la última afición de Mugrabi... los retratos de Jackie Kennedy que pintó Warhol a mediados de los años sesenta y cuyo precio ha aumentado exponencialmente desde que Mugrabi los colecciona...
8.1.08
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Muy interesante tu anterior post sobre Superman, y muy "conflictivo en potencia" este. Pero en cualquier caso dos post en dos días seguidos ¡Bienvenido!
Yo creo que todo aficionado al cómic debe sentir cierta náusea ante gran parte del pop-art. Aumentar una viñeta calcada (calcada, joder), y llamarla cuadro. Y venderla por muchos duros.
A que va a ser verdad que la realidad se crea por consenso...
De un anterior post.
"y otras a las que les tengo muchas ganas pero también bastante miedo (la 4ª de Indiana Jones)"
Pues yo tambien le tengo bastante miedo y creo que la culpa la tiene Lucas y lo que hizo con la guerra de las galaxias.
Oh y tambien por rechazar un guion de Frank Darabont.Menuda locura este tio es un puto genio.
Jorge
Me alegro de que te haya parecido interesante la entrada sobre Superman. Y lo de la 'potencialidad de polémica', bueno, pues es algo asumido. Me apetecía plantear una serie de preguntas, y ya que cada uno las responda como considere...
SuperSantiEgo
Hombre, casos como el de Roy Lichtenstein tienen bastante delito, la verdad. Son casi de vergüenza ajena. Y que me digas tú, realista estupefacto, que va a ser verdad que la realidad se crea por consenso pues como que es lo mínimo que me esperaba ;)
Zeke
Tú tranqui, que yo te repondo aquí sin problemas aunque sea sobre otra entrada. Estoy de acuerdo en que el principal responsable, si no sale bien, será Lucas. Ahora, tampoco es que Spielberg me inspire demasiada confianza con truños como La Terminal... creo que lo último que me gustó de él fue Catch Me If You Can...
Publicar un comentario