30.11.05

De Profundis o la última obra de Miguelanxo Prado


El pasado viernes se presentó en el acuario de A Coruña (y rodeado de dibujos del autor) el más reciente proyecto de Miguelanxo Prado, y, una vez más, me queda claro que la capacidad que tiene este hombre para sorprenderme es inagotable. Por si no le bastase con ser el más conocido de los autores de historieta gallegos, encima parece que de vez en cuando se aburre y se decide a reinventarse como profesional de la animación.

O esa explicación es la que encuentro para justificar que Steven Spielberg contactara con él para que llevase a cabo los diseños de producción de los personajes de la serie de Men in Black o su participación desde entonces en multitud de proyectos por el estilo. El caso es que no sé si se le metió el gusanillo en alguno de estos proyectos, pero el 2006 será el año en que vea la luz la primera película de animación dirigida y diseñada por el polifacético autor coruñés.

El título de la obra es ‘De Profundis’ y cuenta con la producción de Continental Animación, Desembarco Produccións (Galicia) y Zeppelin Filmes (Portugal) y con Estrella Galicia en la producción ejecutiva. Se tratará de una película sin diálogos en la que la acción vendrá narrada por las imágenes y por la banda sonora del músico de jazz Nani García, compuesta ex profeso para la ocasión.

En cuanto a la técnica, lo cierto es que me intriga bastante. Prado se queja de que la animación en muchos casos resulta demasiado plana, y propone un enfoque un tanto distinto. Al parecer será el único responsable de la parte gráfica de la película, sin equipo de dibujantes que le ayude, y las imágenes partirán de ilustraciones suyas (la mayoría acrílicos sobre papel o lienzo) que luego recibirán tratamiento informático. Se calcula que será una imagen pintada a mano cada dos o tres segundos. Si consideramos que la película durará 80 minutos, calculad vosotros mismos la cantidad de ilustraciones que eso supone (estoy un poco vago, la verdad). Como os comentaba antes, la capacidad que tiene este hombre para sorprenderme (y siempre gratamente) no tiene límites.

Para acabar, informaros de que los derechos de la película ya han sido adquiridos por TVE y que, según el propio Prado, se trata de una película en la que cuenta lo que quiere contar, una obra que gustará a quien le guste contemplar el mar, a quien no le dé pereza quedarse esperando a una puesta de sol. Conmigo, desde luego, puede contar para esta y cualquier otra aventura semejante que proponga.

29.11.05

Auster y Cercas


Los tebeos, la literatura fantástica y la novela negra son tres de mis grandes aficiones (como si no se notase) pero como no sólo de pan vive el hombre de vez en cuando hay que variar. Hoy traigo a La Peonza a dos escritores, uno que me gusta mucho y otro que no tanto, que me parece una versión un tanto diluida del primero: Paul Auster y Javier Cercas.

Cercas es un autor que cobró mucha fama hace pocos años con un libro titulado Soldados de Salamina acerca de la investigación de un joven escritor que sigue los pasos de un exiliado que, en la Guerra Civil, perdonó la vida a uno de los grandes teóricos del fascismo español. Auster es, sencillamente, el autor de uno de los mejores libros que yo he leído nunca, aunque sea una trilogía. La de Nueva York concretamente.

Por pura coincidencia (y porque he vuelto a viajar bastante esta temporada, y hace años que no me subo a un avión sin tener por lo menos un libro que me haga compañía) acabo de leerme seguidos La velocidad de la luz, la última novela de Cercas hasta ahora, y Brooklyn Follies, que es la obra más reciente de Auster. En las dos el protagonista es un escritor que no quiere serlo. En ambas (como en todas las novelas de Auster, por otra parte) el azar desempeña un papel muy importante, igual que la muerte. Tanto en una como en otra hay niños que ocupan un lugar destacado en la historia, y las dos son un canto a la literatura.

Las dos indagan en los sentimientos de culpa (más Cercas que Auster), en la búsqueda y reconstrucción de la identidad, en la literatura como vía para reencontrarse consigo mismo, para llegar a la paz interior. Las dos parten de una situación relativamente cotidiana y se embarcan en una exploración de los aspectos menos habituales de esa cotidianeidad, en la navegación por el río de la vida, aunque con resultados bastante dispares. Auster llega a recordar a Capra por momentos –aunque pocos, cierto- y Cercas me deja bastante frío.

Auster se repite en ocasiones, pero sigue siendo capaz de evocar sentimientos y sensaciones comunes en casi todos sus lectores. Desmenuza elementos intrascendentes casi del día a día y provoca una familiaridad casi inconsciente en sus lectores. Por extraordinarias que parezcan las situaciones o personajes puedes identificarte con ellos al menos en un nivel primordial. Y eso con Cercas no me pasa.

Para acabar, y aunque no lo necesite porque el KO es rotundo, he aquí otro detalle que haría que Auster ganase en este combate literario que me he montado hoy (siempre y cuando el juez lector fuese un friki, claro): el apellido de dos de los personajes secundarios de más peso en Brooklyn Follies es Mazzucchelli… ¿os suena?

28.11.05

Ganadores del concurso Adam Hughes


A poco que os gusten los cómics y Serenity/Firefly (o incluso aunque no os gusten pero seáis visitantes de las neuras y paranoias del bueno de Jaume Vaquer, aquí a la derecha) sabréis que Adam Hughes (famoso dibujante norteamericano y gran aficionado a la serie creada por Joss Whedon) decidió hace unos meses que quería aportar su granito de arena a la promoción de la película –para él- más esperada de este año.

Como no era cuestión de comprar miles de entradas de su bolsillo, Hughes decidió en cambio proponer un incentivo para que la mayor cantidad posible de público acudiese en el fin de semana del estreno a ver la película: sortearía un dibujo a gusto del consumidor (una comission, que dirían los angloparlantes) entre todas aquellas personas que le enviasen una entrada de cine (de Serenity, claro está) con fecha del fin de semana del estreno en sus respectivos países. De eso hace ya unos meses y si, como yo (y contraviniendo la costumbre que tengo desde hace más de doce años de guardar las entradas de cine de todas y cada una de las películas que he ido a ver) así lo hicisteis, me temo que tengo malas noticias: el sorteo ya tiene ganador. Se trata de un tal James M. Drake, de Lexington, en los USA. Un cabroncete afortunado, vamos.

Eso sí, la cantidad de cartas recibidas debe de haber sido tal que Hughes decidió dar cinco premios de consolación más. Cinco afortunados recibirán en sus casas un póster promocional de la película con un dibujo de Hughes de la cabeza del personaje de Firefly que prefieran. Lamento tener que informaros de que este segundo sorteo también tuvo lugar ya, y si todavía no os han avisado de que sois uno de los ganadores...

Bueno… a mí ahora me el consuelo de que la película se estrena en Bruselas (vaya usted a saber el por qué del retraso) el 30 de este mes. A ver si hay suerte… y en un rapto de locura del que me arrepentiré, me comprometo a enviar tantas entradas como pueda conseguir durante ese fin de semana del estreno a nombre de quien me lo pida, pero en estricto orden de solicitud, eso sí. No sé cuántas entradas podré conseguir (supongo que dependerá entre otras cosas de a cuanta gente pueda arrastrar al cine). Puede que sea una, dos, cinco o diez, pero como hoy estoy de buenas, prometo que si alguien me lo pide, enviaré una entrada en su nombre. Avisados estáis.

23.11.05

De juegos de rol


Si, como yo, sois aficionados a los juegos de rol creo que el post de hoy os resultará entretenido. O eso espero, aunque no tenga que ver directamente con los juegos en sí si no con una película basada en ellos.

Aunque nunca hayáis jugado probablemente os suene lo del rol ese... seguro que muchos tenéis algún amigo que trató de explicaros una y mil veces en qué consisten los dichosos juegos esos en los que una panda de locos y locas (más de los primeros que de las segundas, pero bueno) se sientan a una mesa en una tarde de fin de semana y se pasan horas y horas tirando dados, gritando y diciendo que van a matar a tal o cuál dragón o a rescatar a tal o cuál princesa. Si, como yo, sois ese amigo que trata de explicar en qué consisten los juegos, hoy os traigo buenas noticias.

Hay una página en internet llamada http://www.deadgentlemen.com creada por frikis y para frikis en la que, aparte de presentarse, los miembros de esta sociedad de caballeros difuntos nos hablan de algunos de sus proyectos y películas. He de reconocer que hasta hace poquísimo no sabía de su existencia, pero un amigo (gracias, Álvaro) me grabó hace poco un dvd con una de las películas de estos caballeros: The Gamers.

Tardé un poco en tener tiempo para verla, pero fueron 45 minutos de los más divertidos que recuerdo en estos últimos tiempos (al menos en posición no horizontal, que diría Woody Allen). Se trata de una película en la que se recogen todos los tópicos relacionados con los juegos de rol, todas las actitudes que, por lo que parece, son comunes a los roleros, al menos cuando empiezan.

La historia que se nos cuenta es muy sencilla: la crónica de una partida de rol de cuatro/cinco amigos un fin de semana por la noche, con todas sus miserias y grandezas (y litros de refrescos y bolsas de comida basura). Si alguna vez habéis sido alguno de esos cuatro o cinco vais a tardar muy poco en veros reflejados en alguno de los personajes. Y si no os veis a vosotros mismos, seguro que reconocéis a alguno de vuestros compañeros de partida.

El grupo se compone de un mago, un elfo, un ladrón y dos guerreros y, aunque no se diga explícitamente en ningún momento, el juego es Dungeons&Dragons (aunque con alguna que otra modificación). La historia es lo de menos, lo realmente divertido son las situaciones, los tópicos que se repiten y que suenan a ya vistos a poco que hayas tirado un dado en tu vida. El bárbaro obsesionado con la espada mágica matamucho, el ladrón que asesina a alguien por la espalda usando un arma de tamaño desproporcionado, el jugador que llega tarde y cuyo personaje parece una comparsa de la que nadie se acuerda (eso cuando no muere destrozado por las pinzas de una hormiga gigante... mi pobre Albion) el reparto de las pertenencias de los muertos... en fin, no sigo por no reventar la peli, pero de verdad que me reí a mandíbula batiente.

Quizás alguno de vosotros piense que todo esto lo único que hace es reforzar el tópico del friki y que cómo se me ocurre recomendarlo... pues puede ser. Pero para poder diseccionar algo tal y como lo hacen en esta película tienes que conocerlo a fondo. Y tiene que gustarte mucho.

22.11.05

Esad Ribic, La Peonza y Desdemimundo

Muy buenas. Pues hoy y sin que sirva de precedente, de hecho sin que nos hayamos puesto de acuerdo ni nada por el estilo, os dejo con una imagen que también podéis ver en la bitácora de mi amigo Jorge Iván Argiz, compinche de unas cuantas aventuras cada año.

La página que véis aquí abajo forma parte del más reciente proyecto de Esad Ribic, una novela gráfica con Estela Plateada de protagonista y J.M. Straczinsky al guión. De Ribic sólo puedo decir que no sé si me gusta más su dibujo o su sentido del humor, y ya es decir. Un ejemplo, la dedicatoria que me hizo en el álbum de Loki consistió en la portada, en una de las columnas a las que está atado Thor, 'Diego was here'. Sin palabras.

Hace unas semanas Ribic nos envió tanto a Jorge como a mí la misma imagen (sin que ninguno de los dos supiera que el otro la había recibido), y yo le escribí pidiéndole permiso para colgarla aquí, así que cuál no sería mi sorpresa esta mañana cuando me la encuentro adornando las páginas de Desdemimundo, la bitácora de Jorge. Le dejé un comentario mencionándolo y la respuesta fue que la cuelgue yo aquí también, que este proyecto tiene tan buena pinta que toda publicidad que se le haga es poca.

Discutirle algo a Jorge puede ser un poco peliagudo en ocasiones, pero cuando tiene razón tiene razón y resulta ya imposible así que, sin más preámbulos...


21.11.05

El Escorpión 6 o qué bien dibuja Marini


Las historias de espadachines y piratas han sido desde niño una de mis grandes debilidades, así que no creo que sorprenda a nadie cuando digo que la serie de El Escorpión de Marini es una de las que espero con relativa fruición cada año. Y más en este caso, considerando cómo había acabado el quinto tomo.

Para aquellos que no conozcan la serie, El Escorpión es una especie de arqueólogo adelantado a su tiempo (mediados del siglo XVIII) que se dedica a buscar y vender reliquias de santos a nobles de todo tipo siempre y cuando paguen bien. Y no sólo eso, sino que cumple con buena parte de los requisitos del buen héroe de este tipo de aventuras: pendenciero, atrevido, buen espadachín, con éxito con las mujeres, de pasado misterioso (cómo no es huérfano... o algo así) y con una marca o tatuaje en la espalda con forma de... escorpión, claro está.
Al protagonista le acompaña un húsar (que es como el Goliat del Capitán Trueno pero varios siglos más tarde y en Italia) y su principal enemigo es el líder de una secta secreta de la Iglesia con oscuros propósitos y grandes ansias de poder.

Con esos elementos, ya os podéis imaginar que las traiciones y los misterios se suceden sin parar, igual que los viajes, las supuestas trampas mortales (o casi) y todos los demás clásicos del género de aventuras y espadachines. Mujeres muy guapas y muy malas (o no tanto) amigos fieles, malos malísimos, misterios no tan misteriosos y bastante caña a la iglesia católica configuran un universo de bastante éxito en estos últimos años.

Vamos, que de novedoso, poco, pero bueno. Reconozco que me gusta el dibujo de Marini aunque a veces se repita un tanto y tienda a la pose. Reconozco que me lo paso bien con la historia de Desberg aunque sea un tanto predecible en ocasiones, aunque recurra demasiado al 'Deus ex Machina' y aunque se dedique a estirarla hasta la saciedad, y reconozco que a mucha gente la obra de estos dos autores puede resultarles cansina, pero yo por lo menos me entretengo.

En este sexto tomo se da un poco más de lo mismo. Escapes un tanto increíbles, juegos de seducción que se van repitiendo y, por fin, concretando un poco, nuevos detalles acerca de quién es el padre del Escorpión y por qué persiguen a éste casi desde su nacimiento, venganzas, muertes (es de suponer), cruces, tesoros, pergaminos, conspiraciones y nuevas pistas que anuncian un séptimo tomo... una gozada, vamos. Ni original ni rompedor ni nada por el estilo, pero, jo, qué bien se lo pasa uno leyendo de vez en cuando una aventura al estilo tradicional (aunque me estoy dando cuenta de que últimamente es casi lo único que leo...)

18.11.05

Blacksad 3


Se publica hoy en el mercado francobelga la tercera entrega de las aventuras de John Blacksad, esa pantera negra detective un tanto particular. Y el lanzamiento viene acompañado de una campaña publicitaria nada desdeñable: desde pósters y troquelados varios hasta una tirada bastante elevada (supongo) de bolsas con imágenes de los protagonistas.

Este tercer tomo lleva por título Âme Rouge (o Alma Roja) y sigue con la tendencia iniciada en los anteriores, cada uno con un color dominante: si en el primero era el negro del protagonista y en el segundo el blanco, en este tercer tomo es el rojo el que toma la voz cantante. Y al decir rojo me refiero en todas sus acepciones. La acción se desarrolla en los años cincuenta de esos USA poblados por animales antropomorfizados en los que Guarnido y Canales ambientan sus historias, más concretamente poco antes de que se inicie la caza de brujas. La amenaza comunista y la paranoia nuclear conviven en las páginas del álbum con los alter ego animales de personajes como Allen Ginsberg (se incluye incluso uno de sus poemas) o una especie de mezcla entre Einstein y Oppenheimer.

Guarnido vuelve a ser el encargado del dibujo y el color, y mantiene el excelente nivel gráfico al que nos tiene acostumbrados, con secuencias de acción muy bien narradas y explotando al máximo las posibilidades de expresión de los personajes (se incorporan por primera vez al 'zoo' protagonista, si no me equivoco, varias especies de búhos y lechuzas). Canales escribe una historia más sólida para mi gusto que en los tomos anteriores, y destaca sobre todo la capacidad de ambientación y de recreación de atmósferas y detalles, pero el guión queda un poco atropellado al final y le resta algo de fuerza a lo narrado.

Beatniks, mecenas paranoicos, senadores más paranoicos todavía, una preciosa escritora y algunos de los secundarios habituales acompañan a nuestro detective y ayudan a que poco a poco se vaya creando un universo cada vez más consistente del que espero ver más entregas. Como mínimo en la contraportada del álbum anuncian la publicación de un cuarto tomo... y que sean muchos más.

17.11.05

BDVD... y eso qué será

Pues lo dicho, que qué narices será eso de la BDVD, iniciativa de la que me acabo de enterar. En el sitio web http://www.bdvd.net explican como buenamente pueden este concepto, pero a mí no me acaba de quedar claro en qué consiste.

En principio es un DVD de una especie de película que no es ni película ni tebeo sino una extraña de mezcla de ambos. O así lo vende SevenSept, la compañía responsable de las cuestiones técnicas. Buf, me da la sensación de que cuanto más trato de explicarlo, más lo lío. Si habéis jugado a XIII en la PlayStation ya sabéis a lo que me refiero, el estilo es más o menos el mismo, aunque me queda la duda de si realmente puedes escoger la perspectiva de cada uno de los personajes, si tienes libertad para moverte por el entorno...

Como experimento es curioso, pero no sé yo si será muy viable la iniciativa desde el punto de vista comercial. Hombre, le reconozco que tuvieron bastante vista al escoger Thorgal como uno de los primeros títulos para el catálogo, pero en cuanto a viabilidad, pues no sé yo. Ojalá les salga bien, que toda cuanta experimentación se lleve a cabo con la historieta y su formato me parece interesante. Ya veremos.

16.11.05

A Feast for Crows... menudo festín


Bueno, ayer presentaba las cincuenta primeras páginas, más o menos, de La Canción de Fuego y Hielo y hoy me espera una tarea un poco más ardua: tratar de comentar el cuarto volumen, A Feast for Crows sin reventar nada relevante de la trama. Y cuesta, de verdad que cuesta.

Por si sentís mucha curiosidad, efectivamente en este libro también mueren personajes (y atentos que no digo que los muertos sean de los más relevantes o de los secundarios), sabemos qué ocurre con la dama que se nos presentaba de nuevo al final del tercer volumen, vemos cómo evoluciona el comandante de la guardia real, lo que ocurre en torno al trono y, en general, todo lo que pasa en torno al sur de la isla (y un par de sitios más). Aparece un momento por ahí Jon Snow (por si a alguien le interesa) pero de Tyrion, los hermanos (que no hermanas, ojo) Stark o Daenerys no se dice ni palabra. Sí sabemos de lo que le ocurre al resto de los Lannister, a Briene de Tarth y a un par de personajes nuevos y bastante interesantes, sobre todo los de Dorne, que cobran voz propia.

Surgen nuevos cabronazos que acompañan perfectamente a los que ya existían, aunque algunos de los ya existentes empiecen a reformarse o algo así (más bien a 'algo así' que a reformarse, pero bueno, ya me entendéis) sin que eso afecte en lo más mínimo a la admiración que siento por Martin. Me parece increíble que una misma mente sea capaz de crear seres tan nobles por una parte y tan retorcidos por otra. Y dándoles un toque de humanidad de lo más creíble.

El tono del libro es más oscuro que el de tomos anteriores. El título no está puesto por casualidad, y es verdad que los cuervos se pegan un auténtico festín. La desesperación imprega muchas de las páginas. A veces sientes una rabia incontrolable y casi casi te dan ganas de gritarle en voz alta a algún personaje que no se fíe de otro, o que, por el contrario, no malinterprete sus palabras ni sus actos (bueno, tanto como ganas de gritar de verdad no, pero ya me entendéis...)

Las descripciones de los combates y las heridas son bastante sangrientos, pero sin llegar al 'gore', y al mismo tiempo cobra especial relevancia el paisaje. Me estoy acordando sobre todo de cómo nos narra un descenso desde el castillo de los Arryn hasta el fondo del valle, a lomos de mulas por unos acantilados azotados por el viento, con los personajes bamboleándose en las sillas, la nieve a punto de caer, con charcos helados que convierten las cornisas por las que se mueven los protagonistas (que no héroes) en auténticas trampas...

La capacidad de evocación de Martin es extraordinaria, los personajes que crea parecen reales, con sus defectos y virtudes, la acción avanza... y eso que en principio este tomo trata acerca de los personajes que menos me interesaban. Pues a pesar de eso, estoy ya mordiéndome las uñas para saber qué les ocurre a los Lannister, a Sam, a las hermanas Stark, a...

Qué triste. Meses y meses esperando a que salga el libro, soportando la decepción de que en el cuarto tomo no aparezca más que la mitad de los personajes, pensando que no me iba a gustar tanto... y ahora que lo acabé la tristeza es doble. Por un lado, porque sigo sin saber lo que le ocurre a la mitad del 'reparto' de esta obra. Y por la otra porque Martin es un auténtico maestro del continuará y ya tengo ganas de saber qué le ocurre a aquellos cuyas aventuras acabo de leer, cómo resuelve las situaciones que quedan colgando ahora.

Bueno, considerando que Juego de Tronos, el primer tomo de la saga, es de 1998, que acaba de salir a finales de 2005 el cuarto volumen, que el quinto está previsto para febrero de 2007 (a pesar de que en teoría más de la mitad está escrito ya, según el propio Martin) y que van a ser siete, igual mis nietos no tienen que esperar para leerlos todos juntos... seguro que el último se publica para cuando ellos ya puedan disfrutarlo. Si es que, digan lo que digan, es dura la vida del friki...

15.11.05

Canción de fuego y hielo

A unos metros de este teclado tengo el cuarto volumen de una de las sagas de literatura fantástica que más me están gustando (y con diferencia) de los últimos años. A A Feast for Crows no le quedan más que unas 40 páginas para que llegue al desenlace del libro, y me imagino que mañana lo comentaré con más calma.

Pero antes, un poco de contexto, que una obra de la magnitud de esta heptalogía de George R. R. Martin no se acomete todos los días. Y es que éste yanki, antiguo guionista de televisión (autor de algunos episodios memorables de Twilight Zone -creo recordar que en castellano la llamaban La dimensión desconocida- o de la serie de La Bella y la Bestia -con Linda Hamilton de bella- que emitieron varias cadenas autonómicas hace unos años) se mete a crear todo un mundo. Salvando las distancias, un poco como Tolkien.

Claro que mientras que los intereses de Tolkien se centraban sobre todo en cuestiones de idiomas (se dice que en realidad creó la Tierra Media como excusa para inventarse unas cuantas lenguas), los de Martin parece que van más bien por el terreno de las relaciones políticas y las descripciones de personas y paisajes. Martin nos presenta una isla llamada Westeros que estuvo dominada durante siglos por una familia, los Targaryen, que consiguieron unificar los siete antiguos reinos que allí había en uno solo.

Unos quince años antes de la acción que nos narra el libro se produce una revuelta y un nuevo rey, Robert Baratheon (y con él una nueva familia), llega al trono. Y así empieza El juego de Tronos, el primer volumen de esta enorme saga, con la visita de Baratheon, su familia y todo su séquito a Winterfell, hogar ancestral de la familia Stark, a la que pertenece Ned, el mejor amigo de Robert.

Si os parece que la cantidad de nombres y referencias de los anteriores párrafos es exagerada es mejor que no sigáis leyendo. En serio. Lo que acabo de resumir son quizás las primeras decenas de páginas del primer libro, que tiene 704 en la edición de bolsillo en inglés. Y serán siete tomos en total (o más, ya veremos).

Martin empieza poco a poco, con no demasiados personajes (todos pertenecientes o relacionados con las familias Stark, Baratheon y Lannister, que es la familia de la reina Cersei, su padre Tiwyn y sus hermanos Tyrion y Jaime) dándole a cada uno su voz y haciendo que nos sirvan de guías a lo largo de los vericuetos de Westeros. Vamos conociendo las características generales de cada una de las familias nobles, sus lemas (el de los Stark 'Llega el invierno', el de los Lannister 'Oíd mi rugido'), sus escudos heráldicos, los animales que los representan, las características generales de sus tierras... es decir, que Martin nos da una magistral clase sobre la historia de un país inventado por él y encima hace que el lector se lo pase como un enano. Maquiavelo se sentiría orgulloso del comportamiento de alguno de los personajes. Las descripciones de ambientes, paisajes y acciones están muy logradas, y el autor utiliza un recurso que ayuda a mantener la tensión y a ampliar conocimientos sobre este reino: la acción se narra en capítulos bastante breves, de entre 10 y 15 páginas y cada uno desde la perspectiva de un protagonista diferente.

Vamos, como Cela en La Colmena (si es que realmente la escribió Cela y no Martín Santos, el autor de Tiempo de Silencio... la censura es mala en sí misma, pero si encima el censor se dedica a robarle obras a otros autores y publicarlas como si fueran propias ya sí que apaga y vámonos... y de nuevo estoy divagando). Eso sí, y que me perdonen los puristas, me lo estoy pasando mucho mejor con esta Canción de Fuego y Hielo de lo que jamás me lo pasé con La Colmena...

14.11.05

Falsos originales de cómic en e-bay

Que en E-bay se puede comprar de todo es algo que todo el mundo sabe, pero que a veces te pueden tangar es algo que muchas veces se da por supuesto. Tratar de seguir día a día todos los originales de cómic que salen a la venta es tarea casi imposible, debido en gran parte a la cantidad de listillos que sacan al mercado supuestos originales de autores bastante buscados y a unos precios ridículos.

Son famosos ya unos cuantos dibujantes de tres al cuarto que se dedican a calcar directamente algunos dibujos de sus autores favoritos (por ejemplo, Adam Hughes) y luego los tratan de vender como originales a ver si cuela. Eso por no hablar de la multitud de supuestos bocetos o libros dedicados que salen como churros. Probablemente algunos de los más afectados por estas prácticas sean el Dr. Seuss (el creador del Grinch, que aquí no es que nos diga demasiado pero en los USA es muy popular) , Charles Schultz (no creo que necesite presentación, pero, por si acaso, es el creador de Carlitos, Snoopy y el resto de los Peanuts) o Bill Waterson (el de Calvin y Hobbes).

Poner coto a estas prácticas es difícil. Para vender algo en e-bay basta con crearte una identidad falsa y anunciar lo que te venga en gana. Si lo que pretendes vender es falso o ilegal probablemente alguien se queje a los gestores de e-bay, pero estos no siempre responden a tiempo ni cancelan la subasta ni nada. O sea, que el riesgo de que a algún pardillo se la metan doblada (con perdón) es bastante elevado.

Afortunadamente alguna gente se toma como una cruzada personal desenmascarar a estos timadores, y acabo de enterarme de una iniciativa que me parece bastante interesante. Un vendedor de e-bay que responde al seudónimo de 'collectingfool' y que tiene referencias bastante buenas (99,3% de comentarios positivos de un total de 800 y pico usuarios distintos) acaba de poner a la venta jpgs de algunos de estos autores. Efectivamente, está subastando archivos .jpg de ilustraciones de estos dibujantes. Y ojo, no lo hace para tangar a nadie, ni mucho menos.

Harto de que engañen a la gente, acompaña la descripción de cada imagen con un texto en el que te da información sobre cada uno de los autores, contexto general de la obra y recomienda al posible comprador de alguno de estos muchos dibujos que se documente antes de picar como un pardillo. En pocas palabras, usa las mismas armas que los timadores para tratar de luchar contra ellos, pero con la diferencia de que en el caso de 'collectingfool' va totalmente de frente y no trata de tangar a nadie. Está claro que nadie te va a dar duros a cuatro pesetas o, como dice el propio Ruben (o sea, 'collectingfool') si Waterson se ha negado siempre a vender los derechos de sus personajes para merchandising... ¿cómo es posible que se encuentren (casi) cada día dibujos suyos de Calvin y Hobbes por 50 dólares?

10.11.05

Cambio de tercio (Elizabethtown)

Pues sí, volvemos a la oscuridad de la sala de cine hoy. La culpa la tienen Cameron Crowe, Kirsten Dunst, Jessica Biel y Elizabethtown. Biel me gusta desde los tiempos de Seventh Heaven (esa serie matinal de Tele5 que contaba la vida de un pastor protestante, su mujer y sus siete hijos... Biel era la mayor de las hijas), Dunst no es uno de mis mitos eróticos pero sí me parece medianamente buena actriz (a pesar de -o quizás gracias a- esa boca de mala que se gasta) y de Crowe no me apasionó nada, salvo Casi Famosos.

Esta es la sexta película como director de Crowe y las anteriores... pues en fin. Para ver Vanilla Sky me quedo con Abre los Ojos, que Penélope Cruz lo hace igual de mal en las dos, y Jerry Maguire me parece de lo más empalagoso. Claro que también había leído buenas críticas de Elizabethtown y la anterior película de Crowe me había gustado, así que decidí darle ayer una oportunidad.

Y, hombre, no es que esté mal, pero tampoco es ninguna maravilla. Orlando Bloom interpreta a Drew Baylor, autor al parecer de una de las mayores cagadas industriales de la historia y cuyo padre acaba de morir. Kirsten Dunst es Claire, azafata del avión en el que vuela Bloom y, cómo no, la chica de la peli. Y ya está. El resto es un batiburrillo extraño en el que se cuela la familia de Bloom (desde los parientes raros de Elizabethtown, Kentucky, hasta la madre y hermana del protagonista), una banda sonora bastante buena (eso sí que hay que concedérselo al bueno de Crowe... las bandas sonoras de sus pelis suelen ser muy buenas), unas actuaciones pésimas (Bloom, of course) y un guión que no es ni comedia ni drama ni nada de nada.

La historia de cómo se conocen los protagonistas no está mal, pero la película pega demasiados altibajos para mi gusto. Se pierde en divagaciones y trata de hacerte reír y llorar al mismo tiempo, y eso es extremadamente difícil. Quizás con un protagonista que despertase más empatía que Bloom... cuesta verlo en la piel de un perdedor (por lo menos relativo) afectado por la muerte de su padre, la verdad.

Y a pesar de todo lo dicho hasta ahora salí con buen cuerpo del cine. Los últimos minutos no están mal, al cabo de un rato de salir te olvidas de muchos de los detalles negativos y te descubres tarareando alguna de las canciones, riéndote con alguno de los diálogos (los hay bastante buenos, sobre todo con el video educativo) y hasta te echas unas risas. ¿Es grave lo mío, doctor?

9.11.05

Más sobre originales de tebeos

Bueno, la verdad es que sospechaba que el tema de los originales de cómic suscitaba interés, pero no sabía que fuera tanto. Agradable sorpresa, la verdad.

Ayer comentaba un poco el origen de esta afición, pero me dejé algo importante en el tintero. Hasta los años setenta era bastante raro que el autor de tebeos reclamase que la editorial le devolviese las páginas originales que el dibujante había enviado para su reproducción. Sinceramente, creo que nadie sabía muy bien qué hacer con esas páginas una vez habían sido reproducidas, y en muchos casos se acababan regalando a aficionados que escribían al correo de los lectores o directamente al autor (esa política la aplicó, por ejemplo, Hal Foster, que igual regalaba páginas enteras a amigos suyos que viñetas sueltas a lectores). Marvel acumuló durante muchísimos años toneladas de papel en un almacén sin saber muy bien cómo librarse de ellas.

El caso es que durante la década de los setenta y principios de los ochenta (y tras una serie de reivindicaciones de gente como Neal Adams, que empezó a exigir que DC le devolviese los originales) surgió un mercado relativamente floreciente... y con él, multitud de polémicas. Una de las más conocidas fue la que enfrentó a Jack Kirby con Marvel. Durante los años sesenta Kirby se encargó de dibujar en un momento u otro la mayoría de las colecciones de la editorial y cuando ésta por fin le devolvió los originales, Kirby se llevó la sorpresa de que las páginas recibidas no llegaban al 10% del total de su producción. Lo ocurrido con el resto sigue siendo un misterio, aunque las malas lenguas apuntan a que un antiguo redactor jefe de Marvel (lo que ellos llaman el Editor in Chief y que en castellano se traduce erróneamente por editor... aunque divago) decidió vender muchos de los originales almacenados para saldar sus deudas de juego. Claro que eso son rumores, como los muchos que circulan en torno a según qué supuestos y viriles "agentes"/"traductores"/"organizadores" de festivales en España.

A lo que íbamos, que el mercado fue aumentando exponencialmente, gracias en parte a estas prácticas fraudulentas y gracias también a la actividad de Mike Burkey, un tipo al que apodan RomitaMan y que tuvo el ojo suficiente a principios de los noventa como para comprar una gran parte de la producción de su autor favorito. Como habréis supuesto, su preferido no es otro que John Romita Padre. Por lo que yo sé, este hombre empezó comprando páginas de Spider-Man de Romita casi a peso y ahora se forra vendiéndolas (las pocas que vende, que no hay que matar la gallina de los huevos de oro) por auténticas millonadas.

La actitud de los diferentes autores sobre las páginas varía mucho. Los hay que no venden nada de lo que vuelve a sus manos (inciso, el dibujante recibe 2/3 de las páginas, el otro tercio es para el entintador) como Walt Simonson, los hay que lo venden todo y los hay que, sencillamente, pasan, como es el caso de Steve Ditko, que ni tiene ni, al parecer, quiere sus originales de Amazing Spider-Man. Cosas veredes...

Y ya que de ver hablamos (y respondiendo a alguna que otra petición) dos enlaces más:

- http://www.theartistschoice.com que tiene una interesante selección de autores (entre ellos Mazzucchelli)

y http://www.dragonberry.com, una lista relativamente exhaustiva de marchantes de originales de tebeo (ojo, que no me responsabilizo de todas las direcciones que aparecen ahí)

Ah, y otro sitio que puede resultaros interesante: http://www.comicartfans.com sitio en el que muchos aficionados cuelgan sus exposiciones virtuales de originales y en el que hay varios vendedores más.

8.11.05

Originales de Cómic

Entre las muchas aficiones que llaman hoy en día la atención del buen friki hay una que cada vez goza de más popularidad: la compra de originales. En los años setenta a casi nadie se le ocurría pagar ni un dólar (el mercadeo de originales nació, cómo no, en los USA) por las páginas dibujadas por sus autores favoritos... bueno, no se le ocurría a nadie hasta que se le ocurrió a alguien, claro.

El caso es que poco a poco esta afición empezó a mover más y más dinero y a día de hoy se pagan auténticas barbaridades (hasta 35.000 dólares por una página de Byrne y Austin de La Patrulla-X de principios de los ochenta). El por qué de los precios y de las divergencias entre la cotización de un original de la Patrulla de Byrne, por ejemplo, y un Príncipe Valiente de Foster (el de Byrne es más caro) es materia para varios libros, así que no lo trataré hoy aquí.

Lo que sí os dejo son los enlaces de tres marchantes de originales con los que he llegado a acuerdos en varias ocasiones y con los que estoy bastante satisfecho:

- http://www.splashpageart.com es la página de un tal Mark Hay, un tipo de lo más agradable en el trato, cumplidor y que representa en exclusiva a gente como Sean Phillips o Duncan Fegredo entre otros muchos autores (la mayoría británicos y de la generación de los que acabo de citar). Ojo, también tiene material de otros autores, no sólo de sus representados, y unos precios bastante razonables.

- Mitch Itkowitz es un tipo que lleva 25 años en este negocio y que es el representante en exclusiva de gente como Tim Sale, Bill Sienkiewicz, J. Scott Campbell o Howard Chaykin entre otros. La dirección de su página es http://www.graphiccollectibles.com y ahí podéis encontrar un poco de todo. Ojo a los precios, de todas formas, que tiene algunas cosas bastante razonables y otras bastante más desfasadas, pero bueno. La selección de autores es muy amplia y no sólo tiene originales de cómic sino también ilustraciones varias.

- Y para acabar por hoy, http://www.albertmoy.com representante de Jim Lee, Darwyn Cooke, Bruce Timm y Sam Kieth entre otros. Aparte de estos autores, tiene casi casi de todo lo que queráis (siempre de comic-book, ojo) y es muy de fiar. Ah, y lo suyo sí es una colección de originales para flipar.

En fin, me siento un poco responsable porque como se os meta el gusanillo de los originales os aseguro que es muy difícil de calmar, pero bueno. La satisfacción cada vez que te llega una nueva adquisición es difícil de superar. Si os interesa el tema, decídmelo, y otro día lo vuelvo a tratar y os doy más direcciones...

7.11.05

Los malos de Spider-Man 3


Hace un par de meses la buena de Kirsten Dunst (también conocida como Mary Jane Watson) largó en una entrevista que los villanos de la tercera entrega de Spider-Man iban a ser El Hombre de Arena y Veneno. Mientras se aclara si el segundo maloso va a ser realmente Veneno o Electro, aquí os dejo con una foto de Thomas Hayden Church (uno de los protas de Entre Copas) con la camiseta a rayas típica del bueno del Hombre de Arena... y la verdad es que da el tipo. Por cierto, que sea cual sea el otro villano, lo que es seguro es que lo interpretará Topher Grace. (La foto y parte de la info vienen de Ain't it cool news)

4.11.05

Un nuevo Sherlock Holmes


No, no es que alguna editorial de iluminados se haya decidido a tratar de contactar con Conan Doyle mediante una ouija ni nada por el estilo, aunque casi. Resulta que un tal Jon Allenberg, el representante norteamericano del Doyle Estate (algo así como la fundación Doyle, propietaria todavía de algunos de los derechos del personaje), tuvo la feliz idea de recuperar al detective enganchado a la morfina y a su médico militar retirado favorito y encargarle a varios autores de relativo éxito que escribiesen nuevas aventuras de tan singular pareja.

Hasta ahí, todo perfecto. Puede gustarnos más o menos la idea pero es perfectamente lícito desde un punto de vista comercial que se quiera recuperar la gallina de los huevos de oro (al menos para la Fundación Doyle, claro está). Si encima la selección de autores no es mala y si resulta que los novelistas son fanáticos seguidores de las novelas de Doyle, la cosa promete bastante. El problema, en mi opinión, surge cuando además de todo esto se les impone una restricción más: tienen que ser novelas que traten acerca de aspectos sobrenaturales.

Es cierto que El Sabueso de los Baskerville probablemente sea la novela más famosa de Holmes y Watson, pero también es cierto que, a pesar del carácter fantasmagórico y de las apariciones y supuestos espectros que pueblan sus páginas, al final se descubre que todo tiene una explicación racional. Pero Holmes no se encuentra en sus aventuras con ningún espectro, así, a las bravas... o por lo menos no hasta ahora.

Carr es un autor de bastante éxito, historiador de profesión y autor entre otras de una novela llamada El Alienista que no está nada mal. Ambientada en la Nueva York de finales del siglo XIX, narra la historia de un asesino en serie y de los métodos que utilizan una serie de personajes (entre ellos un sicólogo, disciplina que estaba empezando a despuntar en la época, o el futuro presidente Roosevelt) para atraparlo. Un poco como un cruce entre CSI y los métodos del FBI pero hace un siglo, para entendernos.

Sir Arhtur Conan Doyle era un médico escocés de origen irlandés que creó al más inglés de todos los detectives inspirándose en los métodos de diagnóstico de un profesor suyo en la Universidad de Edimburgo. Al parecer el buen hombre tenía un ojo insuperable a la hora de ver todos los síntomas de un paciente y casi nunca erraba en su diagnóstico. Conan Doyle, cansado de que la mayoría de los detectives de las novelas (con un par de excepciones en la literatura francesa del XIX y en un par de relatos de Poe) resolviesen los casos gracias a una acumulación de casualidades o directamente por pura chiripa, creó al bueno de Holmes y sus métodos deductivos y el resto fue coser y cantar.

El caso es que 75 años después de la muerte del escritor, Carr presenta al público una novela medio de encargo en la que se nos narra una nueva aventura de Holmes y Watson y que se titula The Italian Secretary (aquí entre nostros y a falta de una traducción oficial del título, mi propuesta es El Secretario Italiano). Son casi trescientas páginas de novela, con sus puntos fuertes y sus puntos (muy débiles). Entre los primeros, desde luego, que Carr clava a Watson (al menos al Watson que yo recuerdo) en su forma de expresarse, de comportarse, de relacionarse con el mundo, y, aunque un poco menos, también a Holmes.

El diálogo entre personajes vuelve a ser el vehículo para explicarnos los vericuetos de la historia y resolver los enigmas, y el lector (éste por lo menos) vuelve a verse reflejado en el buen doctor. Es nuestro alter ego en la novela, y en ese sentido Carr se acerca bastante a Conan Doyle. O al menos lo suficiente como para que no chirríe el tratamiento de los personajes. Ahora, lo del relato ya es harina de otro costal.

Carr parece a ratos un poco perdido, como pez fuera del agua, y se pierde en disquisiciones que no llevan a ninguna parte, que igual que están podían no estar y nadie las echaría de menos. La acción avanza a trompicones y lo del fantasma me deja un poco frío, la verdad. No me imagino yo a Holmes así.

En fin, que no está mal, que la portada es preciosa, que me hizo recordar a los personajes que leí de niño y que a Carr le sale medianamente bien la imitación que hace de Conan Doyle. Pero no es una historia de Holmes. Me imagino que será lo mismo que diré si algún día se publica esa famosa historia inédita de Giraud en la que Blueberry se encuentra con fantasmas. Sí, se parecerá mucho, pero ése no es Mike S. Blueberry...

3.11.05

Lo que todos necesitamos... un poco de Serenity


Cuando empecé con esta peonza sabía que algún día no podría escribir ni siquiera un par de líneas. Rapidamente me di cuenta de que por lo menos un día a la semana sería difícil que colgara nada, pero no esperaba pasarme siete días sin escribir ni una letra... y menos tan pronto.

En fin, el caso es que estoy de vuelta, y no se me ocurre nada mejor para celebrarlo que hablaros de Joss Whedon. Cuando hace unos años Canal + empezó a emitir Buffy Cazavampiros un par de amigos míos me la recomendaron encarecidamente. Como no podía ser menos, pasé de ellos durante bastante tiempo y cuando al final me derrotó su insistencia, me enganché a la serie como un idiota.

Cuando esos mismos amigos me hablaron de Angel, la serie protagonizada por alguno de los personajes salidos de Buffy (entre ellos y sobre todo Cordelia... ay, Charisma Carpenter), no les hice ni caso. El día que vi el primer capítulo de Angel vi que de nuevo me había equivocado (como mínimo es entretenida, y ya es bastante). Los mismos amigos me pusieron por las nubes una serie llamada Firefly que, curiosamente, también es obra de Whedon y por aquello de ser un poco coherente, me entró por un oído y me salió por el otro... hasta que me obligaron a ver un capítulo y descubrí que siempre he sido un casaca marrón, aún sin saberlo. Con los Astonishing X-Men de Whedon, por increíble que parezca, me pasó más de lo mismo... pero todo tiene un límite.

Aunque os suene increíble, hasta yo aprendo de mis errores (sobre todo si son tantos) y no os podéis imaginar las ganas que tenía de ver Serenity, primera película dirigida por Whedon. Vale, era público cautivo antes de entrar en la sala porque la peli no es sino la continuación de la serie de Firelfly, pero eso no cuenta.

En fin, pongámonos en antecedentes. En 2002 empezó a emitirse una serie en la televisión norteamericana cuya premisa inicial era una mezcla entre el Oeste y las naves espaciales. El punto de partida resultaba, como poco, peculiar, y la verdad es que empecé a verla un poco desganado. La apatía me duró menos de tres minutos. El primer capítulo nos presenta a todos los personajes con cuatro pinceladas que bastan para dotarlos de entidad propia. Se nos mete de lleno en un universo dominado por una Alianza que recuerda un tanto a cierto Imperio pero que tiene entidad propia, que no es una copia barata de nada. El humor socarrón y negro lo impregna todo, los protagonistas son antihéroes de los de verdad, nada de postureo, y les dan de palos hasta en el carné de identidad en más de la mitad de los episodios (o los drogan, o les roban, o les ocurre casi cualquier otra putada que se os pueda pasar por la cabeza). En fin, que no me cansaré de recomendaros una y otra vez que le deis una oportunidad a poco que podáis. Os guste o no la ciencia ficción o el oeste, creo que es una serie que todo el mundo puede disfrutar.

La única pega que se me ocurre ahora mismo es que no tuviese suerte en su andadura y le cortasen las alas antes de acabar siquiera la primera temporada. Los ejecutivos de televisión es lo que tienen, una vista a veces que pa qué.

El caso es que después de pelearse con todo bicho viviente y de ver cómo le obligaban a cambiar el orden de emisión de los episodios, cómo estaban entrometiéndose en los guiones y demás, Whedon ve que le cierran el chiringuito y decide que si en la tele no puede contar la historia del Capitán Reynolds y su tripulación, se larga al cine.

Dicho y hecho. Y he aquí el resultado. Whedon nos larga una película de dos horas en la que se vuelve a presentar a los personajes (con dos pinceladas y no con cuatro, pero bueno), que se inicia con una secuencia que nos hace pensar en las muñecas rusas, esas que vas abriendo para encontrarte con otra más pequeña en su interior, y que, sin estar al nivel de los mejores capítulos de la serie, por lo menos tiene el humor marca de la casa, secuencias de acción muy bien narradas, un argumento coherente y un par de sorpresas muy inesperadas.

Hacía tiempo que esperaba esta película y aunque no llegó a colmar todas mis expectativas (que eran demasiado elevadas) tampoco me decepcionó, y ya es bastante decir. Me da rabia que Inara no tenga más protagonismo (ni siquiera queda clara su profesión en la peli... una concesión quizás a la productora), que Jayne sólo nos regale sus perlas a cuentagotas, que no aparezcan más Zoe o Wash o multitud de pequeñas pijadas que no tienen demasiada relevancia, la verdad.

Lo importante es que se resuelven interrogantes que habían quedado pendientes, que las dos horas pasan volando, que es una historia de malos bastante malos a los que les coges cariño y de buenos un tanto... peculiares. Sabemos mucho más de la historia de River y de por qué la persiguen. Vemos qué está dispuesto a hacer Mal por su tripulación y nos encontramos con la Serenity metida en auténticos berenjenales... y también averigüamos muchas más cosas acerca de los Reavers. Quiero ir con pies de plomo para no reventarle a nadie ninguna sopresa, y lo único que me queda es recomendaros que vayáis a verla. En serio (ah, y lo de la foto de arriba a la izquierda es por aquello de ser un poco original... desde luego la peña tiene mucho tiempo libre... y muchas piezas de Lego)